Este viernes se realizó una nueva Junta Extraordinaria de Accionistas de Blanco y Negro en el Estadio Monumental, cuyo objetivo fue discutir, una vez más, la aprobación de los estados financieros. Sin embargo, por tercera vez consecutiva, los accionistas rechazaron el balance, esta vez con una mayoría absoluta del 50,05% de las acciones.
De esta forma, la sociedad anónima continúa sin contar con un balance aprobado, situación que representa un problema legal, ya que la normativa exige que las empresas mantengan sus estados financieros validados. Ante este escenario, la decisión sobre los próximos pasos queda ahora en manos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Cabe recordar que, según lo establecido por la CMF, los accionistas no podían rechazar el balance por los mismos motivos que en la junta anterior, debido a que la comisión determinó que no existían irregularidades en la información presentada. Por lo tanto, quienes votaron en contra debieron fundamentar su decisión en nuevas razones.
Con el rechazo ya consumado, será la CMF la encargada de analizar la situación y definir el curso de acción. En caso de que la comisión estime que los argumentos no son válidos, se deberá convocar nuevamente a una junta de accionistas hasta que los estados financieros sean aprobados por mayoría absoluta, ya que la empresa no puede operar indefinidamente sin un balance validado.
¿Qué pasa si la CMF aprueba los argumentos en contra de Aníbal Mosa en Blanco y Negro?
Si la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) valida los argumentos en contra de Mosa, el panorama se complica. En ese caso, deberá convocarse a una segunda junta de accionistas, instancia en la que se presentarán nuevos balances y se someterán a votación las correcciones realizadas, para su eventual aprobación o rechazo.
En caso de que los estados financieros sean nuevamente rechazados en la próxima junta, los directores que los aprobaron (bloque Mosa y los representantes del CSD) quedarán inhabilitados de forma inmediata. De hecho, el directorio completo será revocado, debiendo convocarse a la elección de uno nuevo, en la cual no podrán postular quienes hayan sido inhabilitados.
Todo quedó en manos de la CMF. Según explicó Aníbal Mosa tras la junta de accionistas, “no hay nuevos argumentos. Los planteamientos que se han hecho son débiles, basados en criterios particulares sobre una situación determinada. Nosotros contamos con un informe de nuestros auditores que nunca ha sido adulterado y, además, con un oficio de la CMF que confirma que el contrato está correctamente contabilizado”. En ese sentido, si lo señalado por el presidente de Blanco y Negro es efectivo, debería repetirse la junta de accionistas, ya que no se habría cumplido con lo establecido por la Comisión.