26 de noviembre de 1944. En un emocionante desenlace del campeonato, Colo-Colo se coronó campeón tras vencer a Audax Italiano, su rival directo en la lucha por el título, con un contundente 3-1. Este triunfo marcó la obtención de la cuarta estrella en la historia del club albo bajo la dirección técnica de Luis Tirado.
El partido, disputado en un ambiente de alta expectación, fue decisivo, ya que ambos equipos llegaban a la última fecha peleando palmo a palmo el campeonato. Colo-Colo demostró su jerarquía en la cancha, asegurando el trofeo y consolidando su posición como uno de los equipos más grandes de Chile.
Además del logro deportivo, este título quedó marcado por una importante decisión institucional: la chilenización del plantel. En 1944, Colo-Colo optó por priorizar jugadores nacionales, una política que se mantuvo hasta 1963, destacando su compromiso con el desarrollo del fútbol chileno y reforzando su identidad como un club profundamente arraigado en el país.
Con este triunfo, los Albos no solo celebraron un campeonato más, sino también el inicio de una era que buscaba exaltar el talento local y cimentar su lugar en la historia del balompié nacional.