No obstante, Camacho destacó que esta renovación va más allá de lo meramente físico, apuntando a dignificar la experiencia de los aficionados y a garantizar su seguridad. «Esa seguridad fracasó, se deben asumir responsabilidades y tomar medidas correctivas ya», subrayó.
El presidente del Club Social detalló que las remodelaciones se centrarán exclusivamente en ciertos baños específicos del estadio, omitiendo el sector de Magallanes por razones presupuestarias y excluyendo también Rapa Nui, que ya cuenta con las instalaciones más avanzadas.
Camacho subrayó el compromiso del club con sus seguidores y con el estadio en sí: «Esta es una inversión cien por ciento del club. El estadio le pertenece al Club Social. Estamos invirtiendo en nuestra casa. La primera obligación aquí era de Blanco y Negro era tener mejores condiciones, pero si no están por la razón que sea, decidimos priorizar por nuestra gente, antes de hacer una competencia sobre quién debía invertir».
En cuanto a la magnitud de la remodelación, Camacho señaló que una renovación profunda requeriría al menos 50 millones de dólares.
En términos de financiamiento, el presidente afirmó que el club no está dispuesto a extender el contrato de concesión con Blanco y Negro a cambio de la remodelación del estadio. En su lugar, están explorando diversas fuentes de financiamiento, incluidas recaudaciones y la posibilidad de establecer un acuerdo de «naming» con una empresa, además de otros mecanismos financieros.
Esta remodelación no solo busca mejorar las condiciones del estadio, sino también fortalecer el vínculo entre el club y sus seguidores, demostrando un compromiso con la comodidad y seguridad de la familia colocolina. Con la inversión en estas renovaciones, el Club Social y Deportivo de Colo Colo reafirma su posición como parte fundamental de la comunidad de aficionados al fútbol en Chile.